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Declararía un lema
A todos los enemigos
Del destierro injusto
De nuestra vida,
Prefiero encaminar
Mi apagada hora
A cuestionar el como
Algunos llegamos
A perder la vida
Por nuestra vida.
Sólo cabe pensar
Que nuestras almas
Quizás no pueden
Aguantar el peso
Amargo del frío
Invierno berlinés
En sus sudorosas
Y cansadas espaldas.
También podría ser
Que el aire sutil
Que respiran sus llagas
Es tan soez y brusco
Que calcina –como
El fuego las ramas-
Las esperanzas
Volátiles de vivir…
Pero nadie prohíbe
En este penoso
Y atolondrado mundo
Soñar con verdaderas
Hadas que agiten
Su varita al cielo
Y de la nada
Creen un firmamento.
Nadie por ahora
Declara la guerra
Al sueño de soñar
Despierto cuando
Se clava su mirada;
El destino ha creado
Este momento
Para que sea tu amada.

25-Mayo-1997